El término “disolventes” se refiere a una clase de compuestos químicos descritos por su función; el término deriva del latín, que significa algo así como “aflojar”. En química, los disolventes, que generalmente se encuentran en su forma líquida, se usan para disolver, suspender o extraer otros materiales sin modificar químicamente los disolventes ni otros materiales.
Diferentes disolventes se utilizan en una amplia variedad de aplicaciones de productos de uso diario; desde pintura, productos de cuidado personal y productos farmacéuticos, hasta pesticidas, productos de limpieza y tintas. Sin disolventes, muchos de los productos que solemos usar no funcionarían tan bien.
Existe una diversa cantidad de disolventes versátiles que satisfacen necesidades específicas a la hora de fabricar productos de desempeño óptimo, entre otros, pinturas en aerosol de secado rápido que no obstruyen la boquilla de pulverización, tintas que no manchan, pinturas que lucen bien y duran mucho tiempo y productos de limpieza resistentes para trabajos duros y eliminación de grasas.
Tipos de disolventes:
La clasificación química de un disolvente se basa en su estructura química.
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- Los disolventes de hidrocarburos se clasifican en tres subgrupos en función del tipo de “esqueleto de carbono” de sus moléculas, y son las familias de solventes alifáticos, aromáticos y parafínicos. El diluyente de pintura es un ejemplo común de un disolvente de hidrocarburo.
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- Los disolventes oxigenados se producen a través de reacciones químicas a partir de las olefinas (derivados de petróleo o gas natural), y están conformados por los siguientes subgrupos: alcoholes, cetonas, ésteres, éteres, éteres de glicol y ésteres de éteres de glicol. El cuerpo humano produce cetonas de manera natural cuando quema grasas.
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- Los disolventes halogenados son los disolventes que contienen un halógeno tal como el cloro, el bromo o el yodo. Muchas personas reconocen al percloroetileno como un ejemplo; un disolvente muy eficaz usado en la limpieza en seco.